Personas de la tercera edad luchan por sobrevivir en Venezuela
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Pasar al retiro, luego de cumplir con décadas de trabajo en Venezuela, resulta ser todo un viacrucis para los venezolanos de tercera edad. Con una pensión de sueldo mínimo (40 mil bolívares) hacen milagros para cubrir sus necesidades.
(Primer Informe)
Cada vez que deben cobrar su pensión los jubilados venezolanos atraviesan calamidades, pues sus pagos se realizan a través de bancos públicos, dirigidos por el régimen de Nicolás Maduro, y para cobrar no solo hacen colas kilométricas, sino que también deben acudir más de tres veces en una semana al banco, debido a que solo les dan un mínimo de efectivo.
En Venezuela, la crisis económica se incrementa cada día, y se registra una hiperinflación nunca antes vista. Ante esta realidad las personas de tercera edad hacen maniobras para poder adquirir productos de la cesta básica y conseguir medicamentos, vitales para sus padecimientos.
Según reseñaron medios expertos en indicadores económicos, la canasta básica sobrepasó, en marzo de 2019, los 2 millones de bolívares, es decir que se necesitan casi 30 salarios mínimos para comprar alimentos y productos elementales en la vida diaria.
Pero, para los pensionados esto resulta un sorteo, debido a que si compran alimentos no pueden adquirir medicamentos, los cuales escasean en las farmacias y los que se consiguen pueden valer hasta tres veces su precio original.
Un ejemplo de ello, es el Losartan potásico, una medicina recetada para tratar la presión arterial alta, este puede llegar a costar 32 mil bolívares y solo se estaría adquiriendo un blíster de de 14 pastillas, que no representa ni siquiera el tratamiento de un mes.
Otro problema, que se les presenta es poder costear una cita médica de rutina, los sitios establecidos por el Gobierno para brindar atención médica gratuita, no cuentan con doctores, equipos ni infraestructura necesaria para cubrir la demanda y resulta un tormento para los adultos mayores poder encontrar en un mismo sitio atención de calidad.
El régimen fracasó con los planes sociales
La Gran Misión Amor Mayor, el plan «Chamba Mayor» y otros tantos beneficios a través del carnet de la patria, son parte de los ingenios insuficientes que emprendió el gobierno ilegal de Maduro, para paliar la situación de los abuelos pensionados.
Sin embargo, esos programas de ayuda están muy lejos de ayudar, y es que frecuentemente esta generación que luchó y contribuyó al país, hacen protestas para exigir ser escuchados porque a pesar de que en el discurso político siempre están, solo parecen contar en épocas electorales y el resto del año son marginados.
El régimen parece ocuparse de engordar la cifra de pensionados mensualmente, los cuales ya superan los 4 millones de jubilados, y olvidan crear las condiciones necesarias para poder darle protección al universo de beneficiados.
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