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INFORME: Hasta las cajas CLAP son negocio para el crimen organizado en Venezuela

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INFORME: Hasta las cajas CLAP son negocio para el crimen organizado en Venezuela

Se consolida la presencia del crimen organizado en Venezuela, país con una economía arruinada y socialmente trastocado por la migración forzada y masiva de una parte importante de su población.

Redacción | Primer Informe

El informe anual del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) retrata la transformación de la delincuencia durante 2020 en el país suramericano.

El país vive una crisis humanitaria que combina varios factores. Devastación económica, éxodo masivo y contagios indeterminados de COVID-19, contribuyen con el sombrío panorama.

La inédita situación ha obligado a los delincuentes a cambiar sus conductas. Sin embargo, la violencia policial permanece como una constante. Las policías chavistas, son las más asesinas de la región. Y en Venezuela matan más que el coronavirus.

De acuerdo con el OVV la destrucción de la economía y la migración masiva llevó a una disminución del número de delincuentes en el país.

Sin embargo, aclara la ONG, también hay un impacto indeterminado del proceso de exterminio aplicado por las acciones extrajudiciales de los cuerpos policiales.

Después del año 2016 las policías han asesinado a 27.856 venezolanos. Si se observan las cifras oficiales, de esos asesinatos 18 mil víctimas serían presuntos delincuentes.

«Si bien sabemos que existe una alta probabilidad de substitución de estos delincuentes. ese proceso lleva un tiempo y debe estar acompañado de la existencia de una oportunidad delincuencial», se lee en el informe.

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En el crimen organizado, en cambio sí ocurre un reemplazo inmediato de los delincuentes fallecidos, aclara el OVV.

Cooperación con el estado chavista

En este año, detallan los investigadores del Observatorio Venezolano de Violencia, se ha acentuado «la interacción y cooperación entre las bandas grandes del crimen organizado y los funcionarios» estatales.

Esa cooperación consolida el dominio de mafias sobre «amplios territorios urbanos y rurales del país».

En ese fenómeno se inscribe la presencia de organizaciones armadas en el Arco Minero y en las fronteras de los estados Zulia, Apure, Táchira y Bolívar.

Allí se producen «unos mecanismos de cohabitación que implica al menos una cesión de la soberanía», establece el reporte.

En el delito menor se han reducido los actores, motivados por la emigración y la letalidad policial. Pero en el crimen organizado se mantienen esos actores motivados.  Aunque son un grupo más pequeño y con un uso dosificado de la violencia, más instrumental.

El negocio de las cajas CLAP

La alteración social ha terminado en el establecimiento de nuevas métodos y nuevos mecanismos de recompensa para los delincuentes.

El botín de los grupos delincuenciales pequeños se redujo por la parálisis de la economía y del comercio.

En cambio, las bandas del crimen organizado en Venezuela encontraron nuevos nichos. Narcotráfico, comercio ilícito de minerales, trata de personas;  mercados negros asociados al lavado de dinero y la venta de dólares.

Incluso  las cajas CLAP se convirtieron en materia de incentivo para los delincuentes. La venta o  reventa de las ayudas alimentarias del régimen y el control de las cajas de comida se convirtieron en un importante ingreso para las mafias.

Con información del Observatorio Venezolano de Violencia.

 

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