El último engaño de China mientras la OMS se acerca a la verdad sobre el coronavirus
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La propaganda china culpa a la reciente ola de contagios que ocurre en el país asiático a alimentos importados de otros países.
Redacción | Primer Informe
Tras meses de negativas, expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pudieron visitar el tristemente célebre mercado de Wuhan.
El equipo internacional de la OMS pudo acceder al lugar considerado como el origen del coronavirus que tiene en jaque toda la humanidad. Finalmente se venció la oposición de China, cuyo gobierno ha intentado ocultar el origen del coronavirus.
Se considera que fue debido a las insalubres condiciones del lugar que el patógeno pasó de alguna otra especie animal al ser humano.
La visita es, sobre todo, simbólica. Más de un año después, es poca la información urgente que puedan recabar. El lugar está desinfectado, limpio, vacío y vuelto a desinfectar en varias ocasiones.
Los 14 expertos de la Organización Mundial de la Salud no hicieron declaraciones.
Sin embargo, uno de los científicos, el zoólogo estadounidense Peter Daszak, dijo que la visita era «fundamental». Según él permitiría «entender la epidemiología de la COVID-19 cuando comenzó a propagarse a finales de 2019”.
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La evasión china
Anteriormente, el régimen de Xi Jinping negó el acceso de expertos independientes al lugar. Era una de las estrategias para ensombrecer y ocultar el origen de coronavirus.
Pero Beijing no deja de intentar nuevas estrategias para desviar la atención. Ahora, mientras China vive los embates de una agresiva segunda ola de contagios, las autoridades vuelven a inventar una narrativa para evadir la responsabilidad.
La situación interna en China se agrava. La pandemia empeora en varias provincias en medio del creciente escrutinio internacional. Mientras tanto, el Partido Comunista Chino, y su aparato de propaganda, sigue diciendo que el virus se originó en otros países.
A pesar de las evidencias en contra, insisten en desviar la atención del encubrimiento en Wuhan en las primeras etapas de la pandemia.
Los medios estatales también han informado con frecuencia que China ha tenido «casos importados del extranjero».
La OMS ha dicho que no hay evidencia de que las personas puedan contraer COVID-19 en alimentos o envases de alimentos.
Sin embargo, los expertos chinos han dado opiniones contradictorias sobre si las personas pueden infectarse con partículas de virus en los productos importados.
La semana pasada, Zhang Wenhong, director del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Huashan, dijo en la televisión estatal que, en términos de probabilidad, contraer el virus a través de un alimento importado era menos probable que un accidente aéreo.
Con información de El País y The Epoch Times.
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