Por qué la Faja Petrolífera del Orinoco ahora ahuyenta la inversión extranjera
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La salida de las empresas Total y Equinor de su proyecto con PDVSA revela una tendencia mundial en el mercado de los hidrocarburos que perjudica a Venezuela.
Redacción | Primer Informe
Esta semana se conoció que dos grandes empresas internacionales del petróleo abandonaban el que fue uno de los principales proyectos de PDVSA en la Faja Petrolífera del Orinoco.
La francesa Total y la noruega Equinor, anunciaron su salida de Petrocedeño. Esa era una empresa constituida por una asociación de esas dos compañías con la estatal petrolera venezolana.
El sistema de propaganda chavista anotó ese hecho como un éxito. Oficialmente, el chavismo afirma que se trató de una adquisición del proyecto por parte de PDVSA. Pero, el cierre de las inversiones de Total y Equinor tiene un trasfondo que va más allá de lo que sucede en Venezuela.
El economista petrolero Rafael Quiroz explicó al portal Banca y Negocios lo que está ocurriendo en el mercado internacional de los hidrocarburos. La noticia no es nada alentadora para el futuro de la industria petrolera venezolana.
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Quiroz dijo que que el resto de las empresas trasnacionales que quedan en la Faja también intentarán retirarse. Explicó que lo harían para dedicarse a otros proyectos con mayor potencial y adaptados a la transición energética que vive el resto del mundo.
Esa explicación corresponde con las razones que dio Total para retirarse de Petrocedeño. La empresa dice que se dedicará a proyectos de energía renovable.
También argumentó que no está en sus intereses invertir en proyectos de petróleo extrapesado, como el de la Faja del Orinoco. Consideran que la explotación de ese recurso tiene efectos muy nocivos sobre el medio ambiente.
Mal negocio
“En el mundo petrolero ,hoy en día, el mercado de los hidrocarburos está ofreciendo unas ventajas comparativas y competitivas mucho mayores a las que ofrece la Faja Petrolera del Orinoco», explicó Quiroz.
Detalló que el costo de producción por barril en la faja es de 40 dólares. Agregó que «con menos posibilidades de expansión, la faja no tenía mayor atractivo ni para Total ni para Equinor”.
El experto explicó cada vez será más difícil hacer negocios con el tipo de crudo de la zona. Ese petróleo es extrapesado, difícil y costoso de extraer. Además, solo es procesado por un número muy limitado de refinerías.
Al mismo tiempo, advirtió Quiroz, han aparecido numerosos proyectos de petróleo con mayor calidad y más liviano. Sin ir muy lejos, Guyana y Surinam, también en Sudamérica, han hecho importantísimos descubrimientos de yacimientos petroleros.
Una mala señal
“La misma lutita -crudo liviano que se extrae por fracking de formaciones rocosas- que están ofreciendo ahora, que son inversiones que llamamos de ciclo corto, donde usted ve el resultado inmediato, prácticamente a los seis meses», añadió Quiroz.
En contraposición, explicó que para hacer rentable el petróleo convencional de la faja tienen que pasar dos o tres años. Es entonces cuando se puede ver la tasa interna de retorno. «Son proyectos de 10 o 15 años, largo tiempo”, dijo.
La salida de estas empresas (Total y Equinor) disminuye la inversión en la Faja Petrolífera del Orinoco. Quiroz advierte que esto podría significar una caída más profunda en la producción.
“Esto es una mala señal que se le envía a las empresas transnacionales que pudieran estar interesadas en llegar a Venezuela con inversiones fuertes en la industria petrolera, las cuales son sensibles ante cada señal que se envíe y la salida de la principal empresa que tiene Francia, que es Total, y Equinor de Noruega, da mala espina y siembra dudas de cómo está el ambiente en términos del marco jurídico y la crisis política”, puntualizó.
Con información de Banca y Negocios.
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