El hijo del socio de Álex Saab que ahora es prófugo de la Justicia de EEUU
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El joven fue clave en la construcción del sistema con el que Álex Saab y sus socios obtuvieron millonarias ganancias gracias a la crisis humanitaria que sufren los venezolanos.
Redacción | Primer Informe
Emmanuel Enrique Rubio González, hijo del empresario colombiano Álvaro Pulido, la mano derecha de Álex Saab, es desde hoy un prófugo de la justicia estadounidense,
Ya junto a su padre y el propio Saab estaba sancionado por el Departamento del Tesoro de EEUU desde el 2019. Sus negocios oscuros en los esquemas fraudulentos de importación de alimentos del chavismo lo llevaron a entrar la lista de la Oficia de Control de Activos Extranjeros (OFAC).
De acuerdo con lo que decía el Tesosro estadounidense, Rubio controlaba una de las compañías clave de envasado de alimentos para el programa CLAP. Se trataba de Group Grand Limited. Fue esa empresa la que facilitó el envío de alimentos no perecederos desde México a Venezuela.
Ahora enfrenta acusaciones por lavado de dinero que podrían mandarlo por 100 años a una cárcel en los Estados Unidos.
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De acuerdo con un reporte del portal Expresa, a Emmanuel Enrique Rubio González lo señalan como co-propietario en Colombia de una agencia de escorts.
Negocios con el hambre de los venezolanos
La crisis humanitaria que se desató en Venezuela en los últimos años fue la gran oportunidad para hacer negocios en los que participó Rubio González.
Maduro creó el programa CLAP en 2016. El propósito declarado era el de proporcionar cajas con raciones de alimentos subsidiadas a los venezolanos pobres.
De acuerdo con el Tesoro estadounidense, «en lugar de garantizar que esta población vulnerable reciba los alimentos que necesita desesperadamente, el régimen utiliza el programa CLAP como una herramienta política para recompensar el apoyo y castigar las críticas políticas».
Para ello, se aprovechaban de que muchos ciudadanos venezolanos no tienen dinero suficiente para comprar alimentos y por lo tanto dependen de las raciones que brinda el CLAP para sobrevivir.
Rubio González tenía una posición clave en la estructura corporativa para adquirir los alimentos diseñada por Saab y Pulido.
Compraba los insumos a un distribuidor extranjero. Y luego, la empresa que él controlaba, Group Grand Limited, ensamblaba los paquetes y los enviaba a Venezuela. Todo a la tarifa más rentable para ellos.
Bajo la supervisión de Maduro, la empresa de Rubio González obtuvo ganancias sustanciales y solo envió una fracción de los alimentos necesarios para el programa CLAP.
Con información de Expresa y el Departamento del Tesoro de EEUU.
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