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En su presentación ante los legisladores canadienses, la coalición destacó el enorme papel de Canadá en la financiación del castrismo a través del turismo y la participación en programas de ayuda financiera, así como la disonancia en la política exterior amistosa de Canadá hacia Cuba.
Redacción | Primer Informe
Una delegación de representantes de la Asamblea para la Resistencia Cubana se dirigió esta semana a los miembros del Parlamento en Canadá, para pedirles reconsiderar las relaciones amistosas de larga data de Ottawa con el régimen castrista a la luz de su historial de décadas de atrocidades contra los derechos humanos y su firme apoyo a las políticas autoritarias de Rusia.
La Asamblea para la Resistencia Cubana es una coalición de organizaciones prodemocracia que trabajan juntas, tanto dentro como fuera de la Isla, para poner fin al régimen comunista de Castro de 64 años. En su presentación ante los legisladores canadienses, la coalición destacó el enorme papel de Canadá en la financiación del régimen a través del turismo y la participación en programas de ayuda financiera, así como la disonancia en la política exterior amistosa de Canadá hacia Cuba, al tiempo que adoptó una postura vocal contra uno de los principales patrocinadores del país, la Rusia de Vladimir Putin. Al evento asistieron miembros de múltiples partidos políticos canadienses de ambos lados del pasillo.
“Ya es hora de que se hagan preguntas precisas en el Parlamento canadiense sobre a dónde van los fondos públicos entregados al Club de París por el gobierno canadiense para beneficiar al régimen comunista de Cuba”, dijo Orlando Gutiérrez-Boronat, coordinador de la Asamblea. dijo el martes.
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El Club de París es una organización económica fundada en 1956 por naciones que poseen importantes cantidades de deuda pública. El objetivo de la organización es ayudar a los países con deudas nacionales extremadamente altas a encontrar formas innovadoras de pagarlas sin provocar una crisis económica o un colapso financiero. La lista de miembros del Club de París es ecléctica e incluye estados libres como Estados Unidos, Canadá e Israel, pero también Rusia y naciones socialistas como Brasil.
En septiembre, miembros del Club de París visitaron Cuba para ayudar al régimen de Castro, que se encontraba en dificultades fiscales, a reconfigurar un acuerdo de deuda que estaba a punto de romper, lo que podría conducirlo a una cesación de pagos. El Club de París perdonó 8.500 millones de dólares de la deuda de Cuba en 2015, la mayor parte de los 11.100 millones de dólares que Cuba incumplió en 1986, pero el régimen de Castro ha seguido sin cumplir con sus pagos cuando vencen.
Canadá también es un importante financiador de Cuba a través del turismo. A principios de 2023, más de la mitad de todos los turistas que visitaban Cuba eran canadienses, a pesar de años de incesantes protestas a favor de la democracia en la isla, que provocaron respuestas abiertamente violentas por parte del régimen, incluida la brutalización de los disidentes a plena luz del día.
“(En años normales) muchos más canadienses entran y salen de Cuba que ciudadanos de cualquier otro país, incluida la propia Cuba”, informó la CBC de Canadá en 2021.
La industria turística de Cuba está controlada por su ejército comunista, a través del holding GAESA y su filial, Gaviota, una empresa de turismo. El turismo es tan valioso para el régimen de Castro que los jefes de grupos como GAESA normalmente han sido miembros de la familia Castro.
