Venezuela clama al Nazareno de San Pablo por su libertad

Este Miércoles Santo, los venezolanos devotos del Nazareno de San Pablo le piden que tenga misericordia con el pueblo, que los ayude a saciar el hambre, sanar las enfermedades y les de fuerza para salir del régimen de Nicolás Maduro.
(Primer Informe)
Ante estos tiempos de escasez, miseria, enfermedades, desunión y sufrimiento, los venezolanos están cansados y alzan su voz en las calles, en reclamo por una mejor calidad de vida, asimismo, en esta Semana Mayor piden Dios por una pronta solución para la crisis humanitaria y política que viven, así como la salida de Maduro y todos los corruptos que lo acompañan, para iniciar la reconstrucción del país.
Baja afluencia de feligreses
Desde la medianoche, miles de feligreses acudieron a la Basílica de Santa Teresa, ubicada en el centro de Caracas, para venerar a su santo, Jesús de Nazaret, sin embargo, con respecto a años anteriores se ha notado una considerable baja en la cantidad de asistentes.
Muchos se acercan para agradecer por favores concedidos, otros van para renovar la fe, pedir solución para sus necesidades y milagros para sanar de las enfermedades que los aquejan.
Por su parte, el cardenal Baltazar Porras oficiará una misa a las 12 del mediodía y otra a las 4 de la tarde, después la figura saldrá en procesión como todos los años.
“Nazareno de San Pablo, te pido que arropes con tu manto de bondad y misericordia al sufrido pueblo de Venezuela que clama al cielo por auxilio para calmar el hambre, sanar tantas enfermedades y salir de la miseria que azota a todos por igual. Obra el milagro ante la nueva peste!”, expresó el Cardenal a través de su cuenta en Twitter.
La historia
En el año 1697, los caraqueños fueron azotados por una peste de vómito negro y escorbuto, por lo que el pueblo sacó en procesión la imagen del Nazareno para pedirle salud.
Durante el recorrido, la corona de espinas de la imagen rozó un árbol de limones que se encontraba cerca, sus frutos cayeron y fueron recogidos por los devotos exclamando que estaban bendecidos, luego fueron suministrados a los enfermos que pronto sanaron.